Los desafíos de la nueva directiva de la DC en medio de la arista SQM del caso Penta

Igual que en sus partidos aliados, en la Democracia Cristiana siguen con atención las distintas fases de la indagación de la arista SQM del caso Penta. El tema no es menor para el falangismo, ya que este domingo 29 de marzo elige una nueva directiva, y que tendrá el tremendo desafío de liderar al partido en medio de un escenario político adverso, que podría complicarse aún más si en los próximos días surgen más nombres de la colectividad involucrados en la polémica investigación, algo que en privado no se descarta de plano.

Para nadie es un secreto en la DC que, a partir del domingo, el senador Jorge Pizarro Soto tomará las riendas del partido. Algunos esperan que su llegada signifique la revancha de la disidencia; pero otros aclaran que el ex rugbista necesita al falangismo unido y, sobre todo, ordenado para enfrentar lo que se viene. Y eso no sólo apunta a tener que cumplir el compromiso con el gobierno y fundamentalmente el programa de la presidenta Michelle Bachelet, sino que también tendrá que enfrentar los avatares que SQM le tenga reservado.

Si hace un mes el principal desafío de la lista liderada por Pizarro era que la Democracia Cristiana retomara un rol protagónico de liderazgo nacional en la aprobación del programa de la Presidenta, con el sello de la colectividad; ahora, el principal objetivo será superar los efectos que pudiera tener para la tienda la arista SQM del caso Penta.

Aunque el desafío oficial de la lista, particularmente de su líder, sigue siendo el mismo, en su entorno hay quienes admiten que este período estará marcado por la arista SQM, por lo que la directiva que reemplace a la de Walker tendrá que dedicar gran parte de su energía a enfrentar este tema.

Sobre todo, porque en la tienda no se descarta que, además de los DC ya mencionados -el hijo del diputado Roberto León y el ex embajador Marcelo Rozas-, haya más implicados en este caso, lo que no se sabe con certeza, porque no se habría realizado el necesario control de daños aún.

En ese sentido, un antiguo militante plantea que la disputa interna de la DC -en que las filas falangistas concurrirán a las urnas para elegir a su próximo representante de entre Pizarro, el ex senador y ex timonel Ricardo Hormazábal y Rodrigo Albornoz- no provoca grandes expectativas por cuanto "no veo que se pudiera generar un tironeo entre el partido y las reformas del gobierno. Menos si gana Pizarro, que es lo más probable que ocurra".

Sin embargo, advierte que la agenda que marcará la gestión de la próxima directiva será "cómo se enfrenta la crisis con la mayor transparencia posible".

Lucha contra el descrédito
Por su parte, el más probable futuro timonel, insiste en que son dos los desafíos políticos de la directiva que le corresponderá liderar y que dicen relación con la necesidad de "reafirmar nuestro rol como principal partido de gobierno, implementando el programa de la presidenta Bachelet, con la impronta demócratacristiana". Y, por otra parte, "mejorar la relación con los otros partidos de la Nueva Mayoría y la coordinación con el gobierno para poder implementar dichas reformas".

Y aunque no lo clasifica en el primer plano de sus prioridades, está convencido que hay que generar todas las instancias para intentar revertir el descrédito de la política.

Pizarro admite que el escenario político generado por los casos que están siendo investigados, ya no sólo Penta, sino también su arista SQM y Caval han provocado un profundo descrédito de la política y la única forma de revertir esta mala imagen es elaborando "un marco institucional como el que se ha estado planteando", dice en alusión a las iniciativas legislativas que ya están en tramitación y las múltiples propuestas que han surgido desde todos los sectores y el propio gobierno.